El pesebre...

El Pesebre es uno de los elementos más destacados en la Navidad, ya que es el signo más expresivo que nos ayuda a vivir cristianamente este tiempo litúrgico tan importante. En él se expresa claramente la humildad de Jesús, de manera especial en dos grandes misterios de la fe: La Encarnación y el nacimiento del Niño Dios. En estos dos grandes misterios se descubre el infinito amor de Dios Padre para con todos los seres humanos, al enviarnos a su Hijo para salvarnos. El gran acontecimiento salvífico del nacimiento del Niño Jesús en Belén, trajo un mensaje profundo de paz, de amor y de esperanza para el mundo entero.

El advenimiento de la época Navideña propicia una reflexión sobre el sentido que este tiempo hermoso y sus tradiciones tienen en nuestras vidas. ¿Cómo podemos celebrarla en forma más profunda y así hallar y mantener su verdadero significado en nuestras vidas?

Durante siglos, la Navidad ha mantenido su carácter religioso. Las familias se reunían en la Iglesia o en torno del pesebre a conmemorar la Natividad de Jesús; para recibir con júbilo el regalo más preciado de Dios Padre: su Hijo Jesucristo, quien trajo el amor, la luz y la reconciliación al mundo. La Navidad simboliza una fiesta de bendiciones para el mundo y en especial para todas las familias. Es por ello que la Navidad es la gran fiesta de la alegría, del gozo perfecto. Etimológicamente la palabra Navidad proviene del latín Nativitate, que significa: “Nacimiento de la vida para ti”.

Con el paso de los años la Navidad, lamentablemente, ha adquirido un carácter más comercial. El intenso trajín de las compras y los regalos, las decoraciones de casa y negocios, las reuniones de fin de año, etc., pueden obscurecer el sentido espiritual de la Navidad y desenfocarla del ámbito familiar. Muchos autores resaltan el poder y beneficio emocional y espiritual que brindan las tradiciones espirituales y culturales. Estas costumbres son ceremonias sagradas plenas de significado que tienen la invaluable función de conectarnos con nuestro ser interior, con nuestras raíces, con la comunidad y con lo sagrado en nuestras vidas.

Por todo esto, quiero animarlos a participar en esta muestra de Pesebres, Navidad en City Bell que estamos organizando. Se trata de una convocatoria amplia, para artistas y familias en general. Permitámonos recogernos en medio del frenesí de fin de año para recibir a Jesús en nuestro corazón y en nuestro pueblo, ayudados por estas tradiciones.

P. Jorge González
Parroquia Inmaculado Corazón de María